jueves, 1 de noviembre de 2012

FACTORES CLIMÁTICOS Y OCURRENCIA DE ENFERMEDADES EN LOS CULTIVOS DE ESTACIÓN


Las actuales condiciones meteorológicas, con precipitaciones abundantes y en ocasiones granizos y vientos considerables, sumadas a las altas temperaturas de la estación, propician condiciones favorables para la ocurrencia de trastornos en la fisiología de los cultivos y la aparición de enfermedades de origen bacteriano o fúngico. En vista de estos factores, es imprescindible que en los esquemas productivos se refuercen los tratamientos fitosanitarios preventivos en base a funguicidas y productos bacteriostáticos.


Haciendo mención a los funguicidas, podemos reconocer dos grandes grupos:

De contacto: actúan en el lugar donde hacen contacto con la planta, y no son capaces de penetrar en el interior del vegetal. Estos controlan hongos epífitos, es decir de desarrollo externo, como por ejemplo el Oidio. Se reconocen fácilmente por el micelio, masa algodonosa externa.

Sistémicos: atraviesan la cutícula y traslocan vía floema hacia otros puntos distantes de la planta. Estos controlan hongos endófitos, o de crecimiento interno. Si bien pueden producir un micelio, el desarrollo de la enfermedad se da hacia el interior de la planta, provocando síntomas de clorosis, manchas, moteados, etc. que en muchos casos pueden hasta asimilarse o confundirse con una deficiencia nutricional. Las enfermedades causadas por los hongos aparecen siempre de la misma manera, se deposita una espora en la superficie del vegetal o planta, la cual bajo condiciones propicias de temperatura y humedad, dará lugar a la germinación y posterior desarrollo del micelio ya sea en superficie o hacia el interior de la planta.

Los tratamientos fungicidas pueden ser de dos tipos:

Preventivos: previenen la germinación de las esporas y posterior infección. Se utilizan fungicidas de contacto.

Curativos: cuando se debe controlar un micelio ya formado. Se utilizan fungicidas de contacto para epifitos y sistémicos para endófitos.

La incidencia de un ataque de hongos, puede variar drásticamente de un año a otro ya que dependerá de las condiciones del ambiente en cada estación. Generalmente las infecciones se dan en primavera y otoño para cultivos extensivos o a cielo abierto, mientras que en cultivos protegidos o de invernadero pueden ocurrir en todas las estaciones. La gran variedad de hongos existente hace que el fungicida sea un producto fitosanitario muy utilizado y además porque también los hongos van generando resistencia a un fungicida cuanto más concreto sea el punto de acción.

La elección del principio activo a utilizar, así como la periodicidad de aplicación dependerá principalmente del tipo y estado fenológico del cultivo, del riesgo potencial de ocurrencia de infección y del destino de la cosecha del cultivo. Por todo ello es imprescindible recurrir al asesoramiento profesional en este tema, en miras a lograr buenos índices productivos con el mínimo impacto ambiental.

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